La sensibilidad dental es un problema común que no debe tomarse a la ligera. Puede variar de leve a grave y afectar a personas de todas las edades. Si bien existen muchas causas potenciales, la buena noticia es que existen medidas que puede tomar para controlar la sensibilidad dental y lograr una sonrisa más saludable.
¿Qué causa la sensibilidad dental?
La sensibilidad dental ocurre cuando el esmalte o la capa protectora de los dientes se desgasta o daña. La dentina es un material más blando debajo del esmalte que contiene miles de túbulos microscópicos llenos de líquido. Cuando estos túbulos quedan expuestos, el agua fría o los alimentos pueden hacer que el líquido suba a través de la dentina y llegue a las terminaciones nerviosas de los dientes, provocando un dolor agudo y punzante en los dientes.
¿Cómo controlar la sensibilidad dental?
Si sufre de dientes sensibles, tenga la tranquilidad de saber que existen formas de controlar esta afección. Muchos dentistas sugieren usar una pasta de dientes desensibilizante especial, que ayuda a bloquear la sensación en áreas sensibles de la boca.
Para casos más severos de sensibilidad, se recomiendan tratamientos con flúor. Ayuda a fortalecer el esmalte de los dientes y los hace menos sensibles a los cambios de temperatura. Si su dentista encuentra signos de recesión de las encías debido a que se cepilla demasiado fuerte o rechina los dientes por la noche, puede sugerirle que ajuste su técnica de cepillado y use un protector bucal nocturno para evitar daños mayores.
Es posible que necesite visitar a su dentista para un examen bucal si no está seguro de qué está causando la sensibilidad de sus dientes . Dependiendo de la causa de su malestar, pueden recomendarle evitar ciertos hábitos como cepillarse los dientes con demasiada fuerza o comer alimentos y bebidas ácidas.
Además, cepillarse dos veces al día con pasta dental con flúor y usar hilo dental diariamente ; Estos hábitos ayudarán a mantener a raya la acumulación de placa y sarro mientras mantienen las encías sanas y fuertes.
Conclusión:
La sensibilidad dental no es divertida para nadie, pero la buena noticia es que hay cosas que puedes hacer al respecto. Asegúrese de hablar con su dentista si siente alguna molestia para que pueda ayudarlo a determinar el mejor curso de acción. ¿Ha tenido problemas con la sensibilidad dental en el pasado? ¿Qué funcionó (o no funcionó) para ti? ¡Comparte tu historia en los comentarios a continuación!